
Tras siete años de construcción y con los ascensores más rápidos del mundo, la Torre Shanghai está apunto de ser inaugurada. Construida por la empresa californiana Gensler, el nuevo rascacielos dispone de ascensores que pueden recorrer 119 pisos en menos de un minuto, lo que supone un récord a nivel mundial.
Situado en Pudong, Shanghai, el edificio de 632 metros es el rascacielos más alto de China y, junto al Burj Khalifa de Dubai, el segundo de mayor altura del mundo. En la actualidad, hay tres ascensores que los visitantes pueden usar para visitar algunas partes del edificio. Se elevan a 18 metros por segundo, lo que significa que los visitantes pueden llegar a la planta número 119 en tan sólo 55 segundos, lo que los convierte en los ascensores más rápidos del mundo, superando a los del edificio Taipei 101, que tiene viajan a 16,83 metros por segundo.
El edificio incluye un hotel, un sky lobby, tiendas al por menor y plazas de aparcamiento. Además, también habrá oficinas en las plantas 35 a 57 y 61 a 80 plantas. De acuerdo con el Consejo de Edificios Altos y Hábitat Urbano (CTBUH), el edificio representa un nuevo tipo de rascacielos en el centro financiero de China. “La nueva torre se eleva por encima de la línea del horizonte, su fachada curva y la forma en espiral que simboliza el surgimiento dinámico de la China moderna”, han explicado. De hecho, esa forma retorcida es algo más que apariencia, ya que las pruebas en el túnel del viento confirman un ahorro del 24 por ciento de la carga estructural en comparación con un edificio rectangular de la misma altura.