
El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria acordó esta semana aprobar los cambios precisos para que el Plan General de Ordenación (PGO) se adapte a la Ley estatal de Rehabilitación, Regeneración y Renovación urbanas. La medida, pretende resolver las contradicciones entre la regulación de las normas del PGO y las posibilidades que ofrece la Ley 8/2013, que persigue garantizar un desarrollo sostenible y eficiente del medio urbano a través, entre otras cosas, de la rehabilitación de los edificios para ofrecer a los ciudadanos su derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada.
En la práctica, esta reglamentación abre la posibilidad para que muchos edificios sin ascensor y una cierta edad puedan instalarlos en los espacios comunes de las construcciones y, si no hay otra solución técnica posible y no afecta a la funcionalidad de las vías, también en la propia calle.
La ley 8/2013 recoge que “será posible ocupar las superficies de espacios libres o de dominio público que resulten indispensables para la instalación de ascensores u otros elementos, así como las superficies comunes de uso privativo, tales como vestíbulos, descansillos, sobrecubiertas, voladizos y soportales, tanto si se ubican en el suelo, como en el subsuelo o en el vuelo, cuando no resulte viable, técnica o económicamente, ninguna otra solución para garantizar la accesibilidad universal y siempre que asegure la funcionalidad de los espacios libres, dotaciones públicas y demás elementos del dominio público”.
Estos cambios pueden suponer un importante impulso para el sector de los ascensores en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria.